¿Por qué una bicicleta de montaña y no de carrera?

 

Muchas personas optan, en ocasiones, por utilizar una bicicleta de carrera como sustituta de las bicicletas de montaña, dado que en algunos aspectos parecen emular su fortaleza y su flexibilidad, lo cual son las características esenciales de estas bicicletas diseñadas para caminos difíciles.

No obstante, aunque tienen puntos en común, existen otros aspectos que las diferencian y para un futuro poseedor de estas bicicletas es necesario conocerlos de cara a tomar una decisión. Las bicicletas de montaña pueden hacer frente a rocas que se puedan cruzar en el camino, así como a esas grandes raíces que muchas veces sobresalen en el suelo en parajes naturales.

La bicicleta de carrera, aunque más versátil que una bicicleta común de ciudad, no tiene todas las características necesarias. Aunque el peso de una bicicleta de montaña es algo más elevado, aun manteniendo constantes otras variables como la forma en que se manejan y otras diferencias como el material del que estén hechas, las bicicletas de carrera requieren de mayor esfuerzo físico para hacer lo que hace una bicicleta de montaña en la naturaleza. No obstante, en caminos de superficies más lisas, este esfuerzo no es necesario, y la bicicleta de carrera tiende a destacar frente a su par de montaña.

  • Una bicicleta de montaña es más pesada

Las bicicletas de montaña suelen pesar más que las bicicletas de carrera, pero esto se debe simplemente a que están fabricadas con componentes menos ligeros. Está claro, por lo tanto, que una bicicleta de montaña recorre menos distancia que una bicicleta de carrera en condiciones normales.

Los componentes de las bicicletas de montaña que aumentan su peso son, precisamente, aquellos que luego resultan importantes para superar las dificultades del camino, como serían los neumáticos, las ruedas, así como sus respectivos marcos.

  • La clave está en las ruedas

El hecho de que exista una diferencia de peso entre las bicicletas de carrera y de montaña, crea una diferencia en torno al hecho de que frenar con las bicicletas de montaña requiere un mayor esfuerzo, lo cual redunda en que sea más difícil acelerar con ellas. Las ruedas de las bicicletas de montaña son más gruesas, rugosas y tienen relieves, mientras que las ruedas de las bicicletas de carrera tienen ruedas lisas que disminuyen la fricción, lo cual se traduce en una menor resistencia.

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